Este verano pasado mi pueblo recibió la visita durante todo el mes de agosto de un pedacito de arte: una recreación en la plaza mayor del pueblo de las mejores obras del Museo del Prado. La exposición duró alrededor de un mes y tuve la suerte de poder verla cada vez que paseaba por la plaza, una vista preciosa he de decir: las mejores obras frente a la catedral.
Obras como El Quitasol, La maja desnuda, de Goya; El jardín de las delicias, de El Bosco; Las Meninas, de Velázquez, entre muchas otras, descansaron en la plaza de la ciudad medieval de Sigüenza, una de las joyas de Castilla La Mancha y hogar del Doncel.
Las calles del pueblo tuvieron más vida que nunca, y aunque ya no esté esta maravilla del arte, el pueblo en sí sigue siendo una autentica obra de arte que merece la pena ver.
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